La capilla del Buen Suceso está situada en el lado noroeste de la loma sobre la que se asienta la población. La construcción original se inició a mediados del siglo XVIII, concluyéndose en 1768. Se quemó en 1840, al final de la primera Guerra Carlista, y no se reedificó hasta finales del siglo XIX. La reconstrucción sobre los antiguos cimientos se inició en 1885 y se bendijo y habilitó para el culto en 1893 (en la lámina metálica de la puerta se ve la fecha de 1898).
Se trata de un edificio de una sola nave, cuyo espacio interior está centralizado por una gran cúpula sobre pechinas. A los pies se dispone un amplio pórtico definido por un arco de medio punto en su frente y otro en cada uno de sus laterales.